En el futbol hay una máxima que dice que el que perdona pierde. Sobre todo cuando al que perdonas es a un rival infinitamente superior a ti en todos los aspectos. El Pachuca perdió (3-1) con el Real Madrid en el Bank of America Stadium de Charlotte, a pesar de todos sus esfuerzos por quedarse con la victoria. Demasiado castigo para un valiente equipo. Los Tuzos salieron con la firma convicción de jugarle al tú por tú al todopoderoso conjunto merengue. La obligación estaba de su lado. Ganar o ganar, no tenían otra opción, si aún querían mantener vivas sus esperanzas de superar la Fase de Grupos en el Mundial de Clubes. Lo intentaron, pero no lo consiguieron. El sueño se terminó para el conjunto mexicano. Una temprana expulsión (7’) del defensa central madridista, Raúl Asencio, ilusionó a los dirigidos por Jaime Lozano. La escuadra hidalguense se lanzó al ataque con todas sus armas. Salomón Rondón, Robert Kenedy y Agustín Palavecino intentaron perforar la portería del Real Madrid, pero se toparon con enorme Thi
El Pachuca se queda sin aspiraciones
En el futbol hay una máxima que dice que el que perdona pierde. Sobre todo cuando al que perdonas es a un rival infinitamente superior a ti en todos los aspectos. El Pachuca perdió (3-1) con el Real Madrid en el Bank of America Stadium de Charlotte, a pesar de todos sus esfuerzos por quedarse con la victoria. Demasiado castigo para un valiente equipo. Los Tuzos salieron con la firma convicción de jugarle al tú por tú al todopoderoso conjunto merengue. La obligación estaba de su lado. Ganar o ganar, no tenían otra opción, si aún querían mantener vivas sus esperanzas de superar la Fase de Grupos en el Mundial de Clubes. Lo intentaron, pero no lo consiguieron. El sueño se terminó para el conjunto mexicano. Una temprana expulsión (7’) del defensa central madridista, Raúl Asencio, ilusionó a los dirigidos por Jaime Lozano. La escuadra hidalguense se lanzó al ataque con todas sus armas. Salomón Rondón, Robert Kenedy y Agustín Palavecino intentaron perforar la portería del Real Madrid, pero se toparon con enorme Thi