El Ramadán, objeto de debate en el Mundial más musulmán

El mes de Ramadán, que acaba de empezar en todo el mundo musulmán, va a ser una vez más objeto de controversia deportiva, ya que los jugadores de países islámicos, que serán más numerosos que nunca en el Mundial de Rusia, se plantean el dilema de si deben o no ayunar en plena fase preparatoria. El Ramadán, noveno mes del calendario lunar islámico, comenzó el jueves 17 de mayo en la mayoría de países de confesión musulmana, y se prevé que acabe el 14 o el 15 de junio, los dos primeros días de competición en Rusia. La cuestión adquiere especial relevancia debido a la cantidad de selecciones que podrían verse afectadas por la norma religiosa del ayuno, especialmente durante la fase de preparación para el Mundial, que coincidirá íntegramente con el Ramadán. En este Mundial participarán seis países con una población musulmana superior al 90 % (Marruecos, Túnez, Senegal, Egipto, Arabia Saudita e Irán), a los que hay que sumar a Nigeria (donde el islam es la religión mayoritaria) y a los futbolistas musulmanes, hijo