Aún con la alegría del éxito olímpico a flor de piel y sumando nuevas emociones cada día se dijo la medallista de bronce por México en Tokio 2020, Aremi Fuentes Zavala, quien estuvo de paso en Tuxtla Gutiérrez antes de partir rumbo a su natal Tonalá. Después de dos años sin pisar suelo chiapaneco y en compañía de sus padres, Jesús Arquímides y Aremi, así como de sus hermanas Susana y Xillari, la pesista revivió lo sucedido en Tokio, mostrando con orgullo una medalla de bronce que —aseguró— le sabe a oro. "Yo creo que esta medalla me marcó muchísimo. Les puedo contar que antes de partir a Tokio estaba en depresión porque pasé desde 2020 por una serie de lesiones que nunca había tenido en mi carrera deportiva y no entendía por qué", comentó. "No reniego nada, pero en su momento sufrí muchísimo. Mi mamá está aquí al lado de mí y siempre le hablaba y le decía ´me volví a lesionar´, y el psicólogo que me ha acompañado durante mucho tiempo, Rolando Crespo, me sacó adelante, y también tuvo que ver mi fuerza de volu
Los sueños pueden más que los obstáculos: Aremi
Aún con la alegría del éxito olímpico a flor de piel y sumando nuevas emociones cada día se dijo la medallista de bronce por México en Tokio 2020, Aremi Fuentes Zavala, quien estuvo de paso en Tuxtla Gutiérrez antes de partir rumbo a su natal Tonalá. Después de dos años sin pisar suelo chiapaneco y en compañía de sus padres, Jesús Arquímides y Aremi, así como de sus hermanas Susana y Xillari, la pesista revivió lo sucedido en Tokio, mostrando con orgullo una medalla de bronce que —aseguró— le sabe a oro. "Yo creo que esta medalla me marcó muchísimo. Les puedo contar que antes de partir a Tokio estaba en depresión porque pasé desde 2020 por una serie de lesiones que nunca había tenido en mi carrera deportiva y no entendía por qué", comentó. "No reniego nada, pero en su momento sufrí muchísimo. Mi mamá está aquí al lado de mí y siempre le hablaba y le decía ´me volví a lesionar´, y el psicólogo que me ha acompañado durante mucho tiempo, Rolando Crespo, me sacó adelante, y también tuvo que ver mi fuerza de volu