Emocionante, de alarido y sangrienta resultó la lucha semifinal entre New Fire Jr y Máximo, dentro de la función Noche Revolucionaria que se vivió este sábado en el Centro Deportivo Roma. Tanto el chiapaneco como el de la Ciudad de México desahogaron algo del odio deportivo que semanas atrás se profesaron sobre la lona del "coloso" tuxtleco. Si bien la primera ocasión que midieron fuerzas Máximo retó directa e instantáneamente a Fire, este último se rehusó alegando que para ello debía existir un contrato previo. Con el papel firmado, las excusas quedaron de lado y este fin de semana, en un mano a mano, la rivalidad creció mucho más. Bastaron instantes para que la reyerta entre ambos gladiadores subiera de tono e hiciera que ambos se lastimaran la parte de la sien. New Fire fue el primero en saborear la sangre, pues a mordidas hirió a su rival; este se la cobró en cuanto pudo, por lo que en un abrir y cerrar de ojos, los dos luchadores veían correr el plasma sobre su rostro. La escena hizo enardecer al público
New Fire Jr y Máximo irán Por sus cabelleras
Emocionante, de alarido y sangrienta resultó la lucha semifinal entre New Fire Jr y Máximo, dentro de la función Noche Revolucionaria que se vivió este sábado en el Centro Deportivo Roma. Tanto el chiapaneco como el de la Ciudad de México desahogaron algo del odio deportivo que semanas atrás se profesaron sobre la lona del "coloso" tuxtleco. Si bien la primera ocasión que midieron fuerzas Máximo retó directa e instantáneamente a Fire, este último se rehusó alegando que para ello debía existir un contrato previo. Con el papel firmado, las excusas quedaron de lado y este fin de semana, en un mano a mano, la rivalidad creció mucho más. Bastaron instantes para que la reyerta entre ambos gladiadores subiera de tono e hiciera que ambos se lastimaran la parte de la sien. New Fire fue el primero en saborear la sangre, pues a mordidas hirió a su rival; este se la cobró en cuanto pudo, por lo que en un abrir y cerrar de ojos, los dos luchadores veían correr el plasma sobre su rostro. La escena hizo enardecer al público