Golpes, patadas, carácter y fuerza sobre el tatami, para orgullo de su academia y de su familia. Es Orizow Estrada Morales, contador público de profesión que aprovecha su habilidad con los números para calcular los tiempos que le permitan mantenerse activo y en forma a través del deporte que más ama: el Karate. Originario de Tuxtla Gutiérrez, es cinta negra y alumno del profesor Gilberto Hernández Maza en el Dojo Universitario. Ha competido en diversos torneos estatales y recientemente sumó a sus logros el haber representado a México en el Campeonato Mundial de Monterrey, Nuevo León. En entrevista con “Cuarto Poder”, el veterano karateka compartió cómo es su diario vivir para poder mantenerse activo en las Artes Marciales, cuando muchos a su edad (50 años) ya han abandonado el deporte. Primeramente, ¿cómo fue su acercamiento al Karate Do? Fue en la universidad, cuando estaba estudiando el tercer semestre de mi carrera llegó la invitación. El maestro Gilberto (Hernández Maza) me invitó aquí a su dojo. Empecé
Orizow, ejemplo de constancia y tenacidad
Golpes, patadas, carácter y fuerza sobre el tatami, para orgullo de su academia y de su familia. Es Orizow Estrada Morales, contador público de profesión que aprovecha su habilidad con los números para calcular los tiempos que le permitan mantenerse activo y en forma a través del deporte que más ama: el Karate. Originario de Tuxtla Gutiérrez, es cinta negra y alumno del profesor Gilberto Hernández Maza en el Dojo Universitario. Ha competido en diversos torneos estatales y recientemente sumó a sus logros el haber representado a México en el Campeonato Mundial de Monterrey, Nuevo León. En entrevista con “Cuarto Poder”, el veterano karateka compartió cómo es su diario vivir para poder mantenerse activo en las Artes Marciales, cuando muchos a su edad (50 años) ya han abandonado el deporte. Primeramente, ¿cómo fue su acercamiento al Karate Do? Fue en la universidad, cuando estaba estudiando el tercer semestre de mi carrera llegó la invitación. El maestro Gilberto (Hernández Maza) me invitó aquí a su dojo. Empecé