Santos es Campeón y la serie por el título del Clausura 2015 podrá pasar a la historia por la fidelidad con que reflejó la inconsistencia de todo el torneo, donde los cuatro primeros fueron los primeros eliminados y el Monarca fue el último en colarse a la Liguilla. Porque aunque esto último no fue novedad, sí la manera como Santos se coronó, pues tras el magistral 5-0 de la Ida, esta noche dio pena al caer 0-3, tal como los Gallos Blancos fueron un desastre en la Ida. En la manera de aferrarse a la épica los emplumados desbordaron dignidad, pero tan absurda resultó la definición del campeonato que el hombre del póker el jueves pasado, Javier Orozco, esta vez fue el primer sacrificado. Esto último porque Santos y Querétaro salieron a jugar de acuerdo a las circunstancias y el Chuletita se cansó de extrañar balones. Los laguneros salieron a esperar y Gallos a empujar. Pero a los de Torreón se les pasó la mano. Se excedieron en la cabeza fría y esa actitud se confundió con la indolencia. Porque ni el pe
Santos se proclamó Campeón ante un histórico Gallo
Santos es Campeón y la serie por el título del Clausura 2015 podrá pasar a la historia por la fidelidad con que reflejó la inconsistencia de todo el torneo, donde los cuatro primeros fueron los primeros eliminados y el Monarca fue el último en colarse a la Liguilla. Porque aunque esto último no fue novedad, sí la manera como Santos se coronó, pues tras el magistral 5-0 de la Ida, esta noche dio pena al caer 0-3, tal como los Gallos Blancos fueron un desastre en la Ida. En la manera de aferrarse a la épica los emplumados desbordaron dignidad, pero tan absurda resultó la definición del campeonato que el hombre del póker el jueves pasado, Javier Orozco, esta vez fue el primer sacrificado. Esto último porque Santos y Querétaro salieron a jugar de acuerdo a las circunstancias y el Chuletita se cansó de extrañar balones. Los laguneros salieron a esperar y Gallos a empujar. Pero a los de Torreón se les pasó la mano. Se excedieron en la cabeza fría y esa actitud se confundió con la indolencia. Porque ni el pe