Toda una tradición que se niega a desaparecer

Jugar al trompo, al balero, al avión, la rayuela o practicar algún deporte autóctono en las calles de la Ciudad de México era común todavía a finales del siglo pasado; pero ahora, algunas de esas actividades tienden a desaparecer, porque se dejaron de hacer o porque son poco conocidas. Entre esos juegos tradicionales, que incluso se realizaban en la escuela, están el bolillo o kimbomba, charangais, beli o capirucho, el avión o cabezón, bebeleche o chácara, así como el llamado tamalitos a la olla o burro entamalado y el burro corrido. Por lo que toca a las actividades en el interior del país, están algunos deportes que incluso han participado en torneos nacionales e internacionales, como la Pelota Purépecha y la Pelota Mixteca, en sus diferentes modalidades. Además del Tapú, Ulama, Ulama de Cadera, Ulama de Antebrazo, Ulama con Mazo y el Rebote a Mano con pelota dura, entre otros que, aunque son reconocidos por la Conade como deporte, se han visto afectados en sus comunidades, debido a la inseguridad. En la ac