Adolescencia

Esta miniserie, Adolescencia, compuesta por cuatro episodios de una hora de duración es un verdadero adorno visual, pero además también tendrá un impacto bestial en la audiencia por el tema que toca y la inmersión que se consigue usando largos planos secuencia. No te molestes en buscar dónde hay cortes porque no los hay. Cada episodio empieza y acaba con una única toma que huye del estatismo. Y es que la cámara no para de moverse entre los personajes, siguiéndolos para entrar y salir de las estancias, acompañándolos en sus desplazamientos por carretera y pasando por todo tipo de encuadres: de primeros planos a planos más abiertos, generales y hasta aéreos. La serie se catapulta al número uno de lo visto este año, aunando calidad y profundidad en el mensaje que traslada: es de una complejidad técnica que abruma, pero sin dejar nunca de lado que su forma es una herramienta más para hacer llegar la historia de forma óptima al espectador. Tampoco hay licencias en el plano del humor ni de la fantasía: la serie cre