Si bien el “tren” mediático de la semana pasada se lo llevó por completo la pareja de infieles que quedó expuesta en un concierto de Coldplay y parecía que la infidelidad de Álex Montiel quedaría olvidada, Adrián Marcelo volvió a revivir dicha polémica. El influencer regio lanzó un dardo con muchas malas intenciones en contra de Montiel al decir: “No lleves a tu amante a conciertos, llévala a NY”, en referencia a la relación que tuvo Álex con Fabiola Martínez. El escándalo que rodea al empresario Andy Byron —captado en una kiss cam abrazando a una compañera de trabajo durante un concierto de Coldplay— llegó hasta el podcast Hermanos de Leche, donde Adrián Marcelo e Iván Fematt, “La Mole”, comentaron el tema con tono de burla y referencias directas a polémicas pasadas. Marcelo analizó el video viral con sarcasmo: “La reacción es la que los delata, tan sencillo”, dijo. Luego añadió que la logística de una infidelidad pública requiere más que deseo: “Se requiere una coordinación total, porque la morra sí se quie
Adrián Marcelo revive polémica
Si bien el “tren” mediático de la semana pasada se lo llevó por completo la pareja de infieles que quedó expuesta en un concierto de Coldplay y parecía que la infidelidad de Álex Montiel quedaría olvidada, Adrián Marcelo volvió a revivir dicha polémica. El influencer regio lanzó un dardo con muchas malas intenciones en contra de Montiel al decir: “No lleves a tu amante a conciertos, llévala a NY”, en referencia a la relación que tuvo Álex con Fabiola Martínez. El escándalo que rodea al empresario Andy Byron —captado en una kiss cam abrazando a una compañera de trabajo durante un concierto de Coldplay— llegó hasta el podcast Hermanos de Leche, donde Adrián Marcelo e Iván Fematt, “La Mole”, comentaron el tema con tono de burla y referencias directas a polémicas pasadas. Marcelo analizó el video viral con sarcasmo: “La reacción es la que los delata, tan sencillo”, dijo. Luego añadió que la logística de una infidelidad pública requiere más que deseo: “Se requiere una coordinación total, porque la morra sí se quie