Catalina Aguilar Mastretta ha luchado durante años por alejar a sus personajes de la crítica social. La cineasta mexicana, hija de la escritora Ángeles Mastretta y el periodista Héctor Aguilar, creció en un ambiente donde las historias son primordiales, pero no fue hasta que presentó al público mujeres fuertes y libres que se sintió reprimida. Con su segunda cinta, Todas queremos a alguien, que estrenó en 2017, recibió comentarios como "esta película trata de una chava que es muy zorra", pues el personaje principal, de 32 años, tiene varios novios. "Yo decía ´¿cómo puede ser que la gente esté diciendo eso en el siglo XXI?´. Esos juicios son aberrantes y me da mucho gusto que ahora en la ficción haya mujeres libres sin que se preocupen en lo más mínimo por esas cosas", dijo en entrevista. Con su trabajo como directora en los últimos dos capítulos de la serie estadounidense Ginny and Georgia, considera que está lejos de estos estereotipos machistas, pues la serie creada por Sarah Lampert, que ha sido una de l
Aguilar Mastretta lucha por mujeres libres
Catalina Aguilar Mastretta ha luchado durante años por alejar a sus personajes de la crítica social. La cineasta mexicana, hija de la escritora Ángeles Mastretta y el periodista Héctor Aguilar, creció en un ambiente donde las historias son primordiales, pero no fue hasta que presentó al público mujeres fuertes y libres que se sintió reprimida. Con su segunda cinta, Todas queremos a alguien, que estrenó en 2017, recibió comentarios como "esta película trata de una chava que es muy zorra", pues el personaje principal, de 32 años, tiene varios novios. "Yo decía ´¿cómo puede ser que la gente esté diciendo eso en el siglo XXI?´. Esos juicios son aberrantes y me da mucho gusto que ahora en la ficción haya mujeres libres sin que se preocupen en lo más mínimo por esas cosas", dijo en entrevista. Con su trabajo como directora en los últimos dos capítulos de la serie estadounidense Ginny and Georgia, considera que está lejos de estos estereotipos machistas, pues la serie creada por Sarah Lampert, que ha sido una de l