Fiel a como lo recuerda la gente con quien trabajó, Alejandro Luna no dejó de cuestionar las cosas, aún después de haber partido del plano terrenal. Horas después de su fallecimiento, el pasado martes a los 83 años, su hijo, el actor Diego Luna, encontró un texto reflexivo sobre la escenografía, actividad en que se desarrolló toda su vida. En el mismo, don Alejandro asegura que la escenografía en el teatro no existe, luego de haber participado en cientos de puestas de escena, óperas y filmes como Frida, naturaleza viva y Cabeza de Vaca. Y eso se quedó en la cabeza de Diego, quien este viernes en el Palacio de Bellas Artes, teniendo las cenizas de su padre a unos centímetros, lo leyó ante los asistentes al homenaje. “La escenografía no existe. El espectador percibe una imagen junta, formada por los actores, su ropa, la luz que los hace visibles, cargada con las ideas y los pensamientos que están transmitiendo condicionados por el texto”, fueron sus palabras, en la voz de Diego, quien no titubeó durante la le
Alejandro Luna deja lección en voz de Diego
Fiel a como lo recuerda la gente con quien trabajó, Alejandro Luna no dejó de cuestionar las cosas, aún después de haber partido del plano terrenal. Horas después de su fallecimiento, el pasado martes a los 83 años, su hijo, el actor Diego Luna, encontró un texto reflexivo sobre la escenografía, actividad en que se desarrolló toda su vida. En el mismo, don Alejandro asegura que la escenografía en el teatro no existe, luego de haber participado en cientos de puestas de escena, óperas y filmes como Frida, naturaleza viva y Cabeza de Vaca. Y eso se quedó en la cabeza de Diego, quien este viernes en el Palacio de Bellas Artes, teniendo las cenizas de su padre a unos centímetros, lo leyó ante los asistentes al homenaje. “La escenografía no existe. El espectador percibe una imagen junta, formada por los actores, su ropa, la luz que los hace visibles, cargada con las ideas y los pensamientos que están transmitiendo condicionados por el texto”, fueron sus palabras, en la voz de Diego, quien no titubeó durante la le