Hoy, en el día de todos los santos, una celebración muy mexicana en la que el miedo a lo sobrenatural se puede llegar a apoderar de nuestra mente, es común escuchar historias de terror que se han hecho populares mediante la tradición oral. En los pueblos y colonias de Chiapas salen a relucir algunas leyendas que son contadas por los abuelos u otras personas mayores, que para dar más credibilidad en sus narraciones afirman que les sucedió a personas que conocieron en vida. Estos son algunos de los personajes que protagonizan las leyendas tradicionales. Seres que vagan por las noches tratando de encontrar el descanso, pues su alma aún sigue penando. La Tisigua Se dice que nació porque los ancianos no querían que los jóvenes anduvieran "de locos" por los ranchos y pueblos, ni molestando a las mujeres que se encontraban en pozas y ríos. La Tisigua solía rondar por ahí. Se dice que llamaba la atención de los incautos con palmadas y silbidos, que era muy hermosa y que quienes se acercaban a ella perdían la razón y
Algunos personajes de leyendas
Hoy, en el día de todos los santos, una celebración muy mexicana en la que el miedo a lo sobrenatural se puede llegar a apoderar de nuestra mente, es común escuchar historias de terror que se han hecho populares mediante la tradición oral. En los pueblos y colonias de Chiapas salen a relucir algunas leyendas que son contadas por los abuelos u otras personas mayores, que para dar más credibilidad en sus narraciones afirman que les sucedió a personas que conocieron en vida. Estos son algunos de los personajes que protagonizan las leyendas tradicionales. Seres que vagan por las noches tratando de encontrar el descanso, pues su alma aún sigue penando. La Tisigua Se dice que nació porque los ancianos no querían que los jóvenes anduvieran "de locos" por los ranchos y pueblos, ni molestando a las mujeres que se encontraban en pozas y ríos. La Tisigua solía rondar por ahí. Se dice que llamaba la atención de los incautos con palmadas y silbidos, que era muy hermosa y que quienes se acercaban a ella perdían la razón y