La colonia Tacubaya, al poniente de la Ciudad de México, le demostró a Amores perros que la banda no se deja. En un par de ocasiones, los chicos banda del lugar vaciaron el set creado para las escenas de peleas de perros, simplemente porque no los querían ahí. En una incluso dejaron amarrada a la persona que la producción había dejado para cuidar al lugar, para dejar claro que no se dejarían amedrentar, pasara lo que pasara. Fue cuando se tomó la decisión de enviar a alguien a hablar con las autoridades (no oficiales) de la zona y llegar a un acuerdo. “Nos decían ‘vayan y platiquen con la gente que los asaltó, vive ahí en la esquina. Había nervios’”, recuerda Carlos Hidalgo, asistente de dirección de Alejandro González Iñárritu, entonces un exitoso publicista que debutaba en el cine. El rodaje inició en abril de 1999 después de casi cuatro meses de planeación, cifra inédita para una cinta mexicana, y que aún hoy es casi inalcanzable. Un año después llegaba a Cannes donde ganó en la Semana de la Crítica y más
Amores perros, 25 años después
La colonia Tacubaya, al poniente de la Ciudad de México, le demostró a Amores perros que la banda no se deja. En un par de ocasiones, los chicos banda del lugar vaciaron el set creado para las escenas de peleas de perros, simplemente porque no los querían ahí. En una incluso dejaron amarrada a la persona que la producción había dejado para cuidar al lugar, para dejar claro que no se dejarían amedrentar, pasara lo que pasara. Fue cuando se tomó la decisión de enviar a alguien a hablar con las autoridades (no oficiales) de la zona y llegar a un acuerdo. “Nos decían ‘vayan y platiquen con la gente que los asaltó, vive ahí en la esquina. Había nervios’”, recuerda Carlos Hidalgo, asistente de dirección de Alejandro González Iñárritu, entonces un exitoso publicista que debutaba en el cine. El rodaje inició en abril de 1999 después de casi cuatro meses de planeación, cifra inédita para una cinta mexicana, y que aún hoy es casi inalcanzable. Un año después llegaba a Cannes donde ganó en la Semana de la Crítica y más