A finales de los años 20 del siglo pasado, el pintor Diego Rivera (1886-1957) imaginó un museo. En una hoja suelta, escribió una lista con los nombres de los creadores mexicanos más importantes para entender el arte que se estaba generado a finales del siglo XIX y principios del XX, “el arte de entre siglos”, en los que destacaban Germán Gedovius y el acuarelista Félix Parra. Este museo imaginario, complementado con la colección de pintura europea adquirida por el político y diplomático Alberto José Pani (1878-1955) en Francia, Alemania y España, cobra vida ahora en la exposición “Contrapunto. Alberto J. Pani & Diego Rivera, curadores”, que se inauguró en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC). Integrada por alrededor de 120 piezas, 50 % provenientes del acervo del MNSC y el resto de diversas colecciones particulares y de otros museos, la muestra presenta un panorama del arte europeo y de la construcción del arte mexicano. Los cuadros nostálgicos contra los luminosos. La idea de la exhibición es, por un lado,
Arte europeo y mexicano de entre siglos
A finales de los años 20 del siglo pasado, el pintor Diego Rivera (1886-1957) imaginó un museo. En una hoja suelta, escribió una lista con los nombres de los creadores mexicanos más importantes para entender el arte que se estaba generado a finales del siglo XIX y principios del XX, “el arte de entre siglos”, en los que destacaban Germán Gedovius y el acuarelista Félix Parra. Este museo imaginario, complementado con la colección de pintura europea adquirida por el político y diplomático Alberto José Pani (1878-1955) en Francia, Alemania y España, cobra vida ahora en la exposición “Contrapunto. Alberto J. Pani & Diego Rivera, curadores”, que se inauguró en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC). Integrada por alrededor de 120 piezas, 50 % provenientes del acervo del MNSC y el resto de diversas colecciones particulares y de otros museos, la muestra presenta un panorama del arte europeo y de la construcción del arte mexicano. Los cuadros nostálgicos contra los luminosos. La idea de la exhibición es, por un lado,