Bailar y reflexionar, reto de la Sonora

Hace ocho años, una joven se acercó a La Sonora Dinamita con una carta que conmovió y marcó a todos los músicos de la agrupación y cambió la forma en la que veían el poder que tenía la música sobre las personas: “Gracias a ustedes sigo viva. Ese día me iba a suicidar y después de oír por azares del destino la canción ‘Oye’ decidí no hacerlo, algo tuvo la letra que me conmovió”. Desde entonces, la banda entendió que lo suyo no era únicamente hacer bailar, sino acompañar a la gente en los momentos más extremos de la vida. “Eso fue lo más fuerte, darte cuenta de lo que puede hacer la música”, recuerda Charlie Álvarez, voz insignia de la agrupación. Próxima parada El próximo gran reto de la agrupación será el Teatro Metropólitan el 15 de diciembre, un espacio solemne que contrasta con la esencia popular de la cumbia. “Es uno de los retos más difíciles, que la gente la mantengamos sentada. Pero siempre terminan bailando un poco, aunque sea ahí en su lugar. La producción que estamos montando trae visuales increíble