Beatriz Espejo teje sus memorias

“La literatura ha sido mi tabla de salvación. Sin ella, ya me hubiera muerto. Desde muy niña me encantó y me sigue encantando hasta hoy”, afirma sin dudar la escritora Beatriz Espejo (1939). A sus 85 años, la narradora confiesa en entrevista que no le teme a la muerte, que le duele la violencia que se vive en México y que aún no ha podido asimilar la muerte de su esposo, el crítico literario Emmanuel Carballo (1929-2014), con quien compartió la vida durante cuatro décadas; ahora escribe sus memorias, que espera terminar este año. “85 años, ¡qué horror! Nunca creí que llegaría a esta edad. Me siento a veces completa y a veces incompleta. Cuando camino me choca tener que usar bastón. Pero sigo trabajando y sigo teniendo amigos”, comenta. “¿Qué te puedo decir? Soy de temperamento nostálgico. Siento, por un lado, la tristeza de haber vivido y, por el otro, el agradecimiento de haber tenido una vida más o menos alegre. Tristeza porque fui en un tiempo tan feliz que ni me daba cuenta. Ahora ya no soy tan feliz. Ten