Los integrantes de Belanova lo dijeron minutos antes de subir al escenario que estaban nerviosos y poco convencidos de afrontar al público del festival de tradición rockera por excelencia de México celebrado este fin de semana. Era, además, el regreso de la banda a escenarios de la capital del país luego de seis años de ausencia, en los que, confesó Denisse en una charla previa a entonar su primera melodía, pasó por depresión y una búsqueda personal. Pero eso quedó atrás apenas interpretó su primera estrofa, en un aforo a 50 % de su capacidad. “La gente viene y va, yo me congelo, solo para aterrizar en tu recuerdo”, es parte del éxito “Me pregunto”, que remitió a la nostalgia de los presentes, incluso los que no vivieron de lleno los inicios de los 2000. El grupo fluyó entonces, no titubeó pese a que crecía la convocatoria; Denisse bailó, por momentos, simulando ser una muñeca, con movimientos de brazos, piernas mecánicas y un rostro serio. Pero no todo fue así, en ocasiones mostraba su curiosidad más humana
Belanova descongela recuerdos
Los integrantes de Belanova lo dijeron minutos antes de subir al escenario que estaban nerviosos y poco convencidos de afrontar al público del festival de tradición rockera por excelencia de México celebrado este fin de semana. Era, además, el regreso de la banda a escenarios de la capital del país luego de seis años de ausencia, en los que, confesó Denisse en una charla previa a entonar su primera melodía, pasó por depresión y una búsqueda personal. Pero eso quedó atrás apenas interpretó su primera estrofa, en un aforo a 50 % de su capacidad. “La gente viene y va, yo me congelo, solo para aterrizar en tu recuerdo”, es parte del éxito “Me pregunto”, que remitió a la nostalgia de los presentes, incluso los que no vivieron de lleno los inicios de los 2000. El grupo fluyó entonces, no titubeó pese a que crecía la convocatoria; Denisse bailó, por momentos, simulando ser una muñeca, con movimientos de brazos, piernas mecánicas y un rostro serio. Pero no todo fue así, en ocasiones mostraba su curiosidad más humana