Camino

Camino es una película sin duda fascinante. Si bien puede parecer una historia de lo más sencilla y acotada (una niña muere por un tumor maligno poco después de experimentar el amor romántico), no lo es así su contexto. La historia empieza, curiosamente, por el final. Y es que en esta película, el hecho de la muerte de la protagonista es una obviedad manifiesta tanto en los trailers como en la sinopsis, o en el propio cartel; no en vano, está basada en hechos reales. El director quiere dejar claro desde el principio lo que se va a encontrar el espectador, y lo hace desde una óptica curiosa, de manera que incluso podemos llegar a creer que estamos frente a una película de mera propaganda religiosa. Camino, la protagonista, es una niña de once años criada en el seno de una familia perteneciente a la secta del Opus Dei por parte de la madre (la cual somete a los suyos a sus creencias con su personalidad maquiavélica y manipuladora). Educada en un colegio privado católico y apuntada, por empeño de su madre, en un