Cenizas de José Agustín, en sitio simbólico

El cuerpo del escritor José Agustín fue incinerado el mediodía del 18 de enero en el panteón Jardines del Recuerdo, en Cuautla. Su cadáver nunca fue ingresado a un féretro y de la carroza que lo condujo de su casa al camposanto bajaron un cuerpo en camilla y envuelto en una sábana. José Agustín murió la madrugada del martes, víctima de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo fue velado por un grupo selecto de familiares y amigos en su casa del fraccionamiento Las Brisas. Su hijo Jesús Ramírez Bermúdez contó que desde su lecho, el escritor se despidió con poesía, declamaba obras de Federico García Lorca y Rubén Darío: “Literalmente se despidió con poemas y para nosotros fue algo muy sorprendente”. ¿Dejó una última voluntad? Él dejó toda su voluntad implícita escrita en su obra y a través de su ejemplo y los mensajes que siempre nos transmitió en los momentos finales tienen que ver con esos valores como el respeto a la libertad y a la autonomía personal, también dentro de un marco de justicia social y de respeto