“Chained to the rhythm”

Durante más de una década, Katy Perry fue sinónimo de color, energía y espectáculo, con su estilo extravagante, sus pelucas de tonos pastel y su voz potente, la cantante estadounidense conquistó los escenarios del mundo con éxitos inolvidables como “Firework”, “Teenage Dream” y “Roar”. Su imagen de “chica divertida” y su capacidad para crear himnos pop la convirtieron en un ícono de toda una generación. Sin embargo, en los últimos años, la historia ha dado un giro, y la artista atraviesa una etapa de cambios, desafíos y reinvención. Después de alcanzar la cima, Katy comenzó a explorar otros terrenos, incluyendo su interés por temas sociales y políticos. En 2016, mostró abiertamente su apoyo a la entonces candidata presidencial Hillary Clinton, gesto que dividió opiniones entre sus seguidores y generó controversia en la industria musical. Algunos la aplaudieron por usar su voz para causas más profundas; otros, en cambio, sintieron que la cantante se alejaba del encanto desenfadado que la había caracterizado. A