Chantal no es una madre ausente

Son casi las 20:00 horas y la actriz Chantal Andere ensaya en el teatro Hidalgo, está ahí desde el mediodía y la jornada aún tiene un par de horas por delante, porque todo debe correr perfectamente para el 4 de noviembre, cuando se estrena oficialmente el musical La tiendita de los horrores. Conserva el buen humor y tiene la energía para bromear con sus compañeros en una pausa del trabajo. “Soy ‘workaholic’, lo sé, lo reconozco y los acepto”, dice sonriendo sentada en las butacas del teatro, enfundada en bata y pantuflas, antes de que la compañía dé un pase de la obra como si estuviera en función normal. Andere lo acepta, es muy obsesiva con su trabajo; a lo largo de los tres meses de ensayos para este musical ha visto poco a sus hijos y hasta dejó dos proyectos de series de lado. Sin socializar “No socializo prácticamente nada, me pongo a estudiar mis canciones y mis textos, si algo me falla me frustro y vuelo una y otra vez, le dedico todo mi tiempo, por eso es muy difícil compaginar otras cosas, aunque lo