Ciangherotti endulza recuerdos con su voz

Sanar al niño interior es una idea recurrente en el discurso sobre el crecimiento personal, pero ¿qué pasa con el adulto? Para Cassandra Ciangherotti, la clave está en la capacidad de la infancia para superar las adversidades, mientras que el adulto debe aprender a reconciliarse con su pasado. En su experiencia como actriz de doblaje en Memorias de un caracol, descubrió que la animación puede ser un puente entre la luz y la oscuridad, una vía para enfrentar aquellas sombras que muchas veces evitamos. “Siempre hablamos de sanar al niño interior, pero a veces creo que es el adulto quien necesita esa sanación. El niño que fuimos logró superar todo lo que vivió, pero el adulto es quien mira hacia atrás con dolor. La película toca ese punto: nos recuerda la resiliencia que tuvimos en la infancia y nos ayuda a reconectar con esa fortaleza”, señaló. El interés de Cassandra por explorar distintas formas de interpretación la llevó al doblaje, donde ha incursionado en pequeños proyectos independientes y ahora en una pr