Cineteca Nacional resguarda sus tesoros

El vestido que portó Dolores del Río hace 81 años en la cinta Flor Silvestre luce intacto. Su base es algodón estampado con botones de figuras de aves, lo cual evitaba grandes cambios, pese a las condiciones de humedad y temperatura de la zona del Bajío, en donde se rodó la película, y que se estuviese arreglando todo el tiempo para entrar en escena. La ropa ha sido extraída brevemente de la bóveda climatizada a 18 grados centígrados para tomársele algunas imágenes y, en cuanto repose un poco en la nueva temperatura, será regresada al lugar donde hay otras prendas que ocupara en sus participaciones la actriz. A unos cuantos metros de ahí, un cartel original de la película Tizoc (1957), de esos horizontales en donde la imagen central era un still en blanco y negro, con el resto a colores, es revisado y, en caso de ser necesario, pegar algún pedazo de la orilla que se había caído e igualar los colores originales. Cerca, en la biblioteca del lugar, descansan decenas de guiones escritos, algunos, desde la década