Hay mucho en juego en esta elegante y astuta película sobre la elección de un nuevo papa católico. Con pompa y circunstancia, kilómetros de tela escarlata y actores de primera, el filme serpentea por los pasillos de mármol de la Ciudad del Vaticano, se detiene en dormitorios tan fríos como mausoleos y se adentra en los secretos más profundos del corazón humano. Es todo un viaje, tan poco convincente como entretenido. Las historias sobre el Vaticano son el pan de cada día de Hollywood; como las adaptaciones de Dan Brown (El Código Da Vinci, etcétera) en las que aparece un Tom Hanks con cara preocupada corriendo entre matorrales conspirativos. Es fácil ver los atractivos de la minúscula ciudad-Estado, más allá de las incontables obras maestras que la abarrotan. Al cine le encantan las historias sobre organizaciones sombrías, patriarcales, profundamente jerarquizadas, inimaginablemente ricas, con estrictos códigos de conducta y un poder tremendo. Eso puede sonar muy parecido a un retrato en miniatura de la mafia
Cónclave
Hay mucho en juego en esta elegante y astuta película sobre la elección de un nuevo papa católico. Con pompa y circunstancia, kilómetros de tela escarlata y actores de primera, el filme serpentea por los pasillos de mármol de la Ciudad del Vaticano, se detiene en dormitorios tan fríos como mausoleos y se adentra en los secretos más profundos del corazón humano. Es todo un viaje, tan poco convincente como entretenido. Las historias sobre el Vaticano son el pan de cada día de Hollywood; como las adaptaciones de Dan Brown (El Código Da Vinci, etcétera) en las que aparece un Tom Hanks con cara preocupada corriendo entre matorrales conspirativos. Es fácil ver los atractivos de la minúscula ciudad-Estado, más allá de las incontables obras maestras que la abarrotan. Al cine le encantan las historias sobre organizaciones sombrías, patriarcales, profundamente jerarquizadas, inimaginablemente ricas, con estrictos códigos de conducta y un poder tremendo. Eso puede sonar muy parecido a un retrato en miniatura de la mafia