El domingo 23 terminó la primera edición de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil Aztlán Parque Urbano (Filiaz) de la Ciudad de México, cuyo público principal fueron niños y adolescentes, así como familias, maestros y divulgadores de la lectura. La feria empezó el 14 de marzo y, en los diez días que duró, tuvo presentaciones, talleres, firmas de libros, charlas, conciertos, obras de teatro y salas de lectura, entre otras actividades. En esta primera edición, el país invitado fue Portugal, por lo que no fue raro encontrar libros, en ciertos stands, de autores como Fernando Pessoa, Jose Saramago y Lidia Jorge. En las primeras horas de la última jornada son pocos los visitantes que pasean entre los puestos distribuidos a lo largo de los caminos y explanadas de parque Aztlán; conforme avanza el día, el flujo de gente también aumenta. Por la tarde, a las 13:00 horas, la asistencia el concierto de Valentina Barrios y Los Indómitos registra un lleno casi total y, para algunos niños, se vuelve inevitab
Concluye feria del libro en parque Aztlán
El domingo 23 terminó la primera edición de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil Aztlán Parque Urbano (Filiaz) de la Ciudad de México, cuyo público principal fueron niños y adolescentes, así como familias, maestros y divulgadores de la lectura. La feria empezó el 14 de marzo y, en los diez días que duró, tuvo presentaciones, talleres, firmas de libros, charlas, conciertos, obras de teatro y salas de lectura, entre otras actividades. En esta primera edición, el país invitado fue Portugal, por lo que no fue raro encontrar libros, en ciertos stands, de autores como Fernando Pessoa, Jose Saramago y Lidia Jorge. En las primeras horas de la última jornada son pocos los visitantes que pasean entre los puestos distribuidos a lo largo de los caminos y explanadas de parque Aztlán; conforme avanza el día, el flujo de gente también aumenta. Por la tarde, a las 13:00 horas, la asistencia el concierto de Valentina Barrios y Los Indómitos registra un lleno casi total y, para algunos niños, se vuelve inevitab