Danzan para pedir clases libres de violencia

Ellas se abrazan y festejan. No son muchas, no son pocas. Ellas cantan y bailan. Están sobre la explanada del Palacio de Bellas Artes en el Día internacional de la Danza para protestar. Ellas son una treintena de jóvenes mujeres, estudiantes de las distintas escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal). La mayoría pertenece a la Academia de la Danza Mexicana, que desde el 26 de febrero está en paro no activo en protesta por las más de 40 denuncias de acoso y hostigamiento de parte de profesores. Y son también alumnos de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, de la Escuela de Laudería, del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana y de la Escuela Nacional de Arte Teatral, también en paro desde hace un mes por denuncias de acoso, agresión sexual y violación. Bailan frente a la mirada de decenas de curiosos, se toman de las manos, se sonríen. Miran de frente, endurecen la expresión de sus ojos y danzan en nombre de vivir sus clases libres de violencia. Están hartas,