No hay plazo que no se cumpla, y una película filmada en plena pandemia, donde en algunas secuencias se ve el uso del cubrebocas, llega este fin de semana a salas. La cinta mexicana Días borrosos, protagonizada por Sophie Alexander-Katz y el actor natural, de entonces 80 años, el chileno Enrique Barruel, utilizó la soledad de las calles en esa etapa para contar precisamente una historia alusiva a ella. En la historia, escrita y dirigida por Marie Benito, se relata el encuentro entre dos personas de edades distintas, en la que ella desea ser madre sin tener una pareja fija, y él se encuentra en el ocaso de su vida, sin nadie cercano. “La historia ya existía y, cuando llegó la pandemia sentí que hacía mucho eco en la trama, que era hablar de la soledad de la gente, de la distancia entre ellas en las grandes ciudades”, comenta Benito. “Era también hablar de otro tipo de maternidad, de la asistida, ofrecer esa otra mirada con una mujer independiente, profesionista, con el deseo de ser madre, pero sin tener pareja
Días borrosos alista su estreno
No hay plazo que no se cumpla, y una película filmada en plena pandemia, donde en algunas secuencias se ve el uso del cubrebocas, llega este fin de semana a salas. La cinta mexicana Días borrosos, protagonizada por Sophie Alexander-Katz y el actor natural, de entonces 80 años, el chileno Enrique Barruel, utilizó la soledad de las calles en esa etapa para contar precisamente una historia alusiva a ella. En la historia, escrita y dirigida por Marie Benito, se relata el encuentro entre dos personas de edades distintas, en la que ella desea ser madre sin tener una pareja fija, y él se encuentra en el ocaso de su vida, sin nadie cercano. “La historia ya existía y, cuando llegó la pandemia sentí que hacía mucho eco en la trama, que era hablar de la soledad de la gente, de la distancia entre ellas en las grandes ciudades”, comenta Benito. “Era también hablar de otro tipo de maternidad, de la asistida, ofrecer esa otra mirada con una mujer independiente, profesionista, con el deseo de ser madre, pero sin tener pareja