¿Dos proyectos para una misma guerra?

Ignacio Allende, en todo momento, se inclinó por las tesis que iniciaron Primo de Verdad y Talamantes a partir de la llamada crisis política de 1808. Siempre activo en encontrar la forma en que se materializaran sus pretensiones e ideas, conspirando en todo momento en contra del gobierno usurpador auspiciado por Yermo. Pudo continuar con sus actividades militares dentro del estómago del “Lobo” realista, encontrando en el camino a criollos con las mismas ideas políticas, herejes en ese momento, y creían que el camino correcto era heredar el poder que por derecho les correspondía, abortando a los peninsulares de la patria mexicana. La idea de crear una junta de gobierno para que los criollos fuesen por fin contemplados en los cargos de gobierno engendró en Allende aquella exigencia ideal de que se cumpliera tal derecho. Crear una autonomía y no una independencia era lo que proyectaban; en ningún momento habían considerado la vida de perros que Dios les había regalado a los indios y demás castas. Ya que, en los