Ed Maverick libra ataque de pánico

Eddie salió 100 minutos tarde a su concierto de la Sala Nezahualcóyotl de la Ciudad de México. Sacó de onda porque en sus redes sociales juró insistentemente que saldría puntual, incluso se advirtió que las puertas se cerrarían 10 minutos antes. Entonces, al ver la demora, la raza se desesperó, empezó la rechifla, se largó al baño, por snacks. “Se mamó”, decían en las filas del baño. El tema fue más severo de lo que pensaron y se enterarían a medio concierto. Ed Maverick pisó el escenario un poco errante, desde el balcón que ocupamos, vimos cómo salió entre las sombras, poco cabizbajo, con su guitarra y respaldado por un cuarteto de cuerdas, tres damas violinistas y una chelista. Empezó, precisamente, con la atmósfera ambiental del álbum La nube en el jardín, entonces tocó los primeros acordes y el primer verso no se escuchó, su voz era difusa y lejana, hasta que la rola Valor de más le exigió despertar. La iluminación se encargó de agregarle mucho misterio al apenas iluminar su rostro y dibujar su silueta en