Eduardo Mendoza, artesano de la palabra

Antes de La ciudad de los prodigios, la novela que casi convirtió a Eduardo Mendoza en el historiador y cronista de Barcelona, pocos visitaban esa ciudad española con la fascinación con la que hoy llegan por miles. Y no por él, asegura el escritor ganador del Premio Cervantes en 2016 y del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, sino porque turistas y migrantes la encuentran esplendorosa. Lo que en realidad seduce a Mendoza, el autor de 82 años que recibió la Medalla Carlos Fuentes en la pasada FIL de Guadalajara y presentó allí su novela Tres enigmas para la organización (Seix Barral), es contar historias y tiene muchas. ¿Su literatura se ha adaptado al ritmo de la sociedad? No he analizado nunca mi trayectoria literaria, pienso que ya tendré tiempo y sobre todo que habrá otros que lo hagan, a mí lo que me gusta es escribir. Escribo novelas de humor, de género más o menos policial, y aprovecho para contar un poquito la realidad a pie de calle. Sigue habiendo ricos y pobres, listos y tontos, pero hay