El brutalista

El brutalista es una historia desbordante de hombres audaces y sus visiones igualmente desmesuradas. Ambientada a lo largo de varias décadas tras la Segunda Guerra Mundial, es una película solemne, seria y visualmente opulenta que pone en juego muchas ideas, empezando por la tensión entre el arte y el comercio. En gran medida se enfoca en un hombre en un lugar, pero sus intereses son más amplios y tocan todos los temas, desde la utopía hasta la barbarie, el deseo, la muerte, la forma, el contenido, la inmigración, la asimilación y la promesa y los peligros de la modernidad. Muchas películas ofrecen un fragmento de la realidad; esta, fiel a la estética arquitectónica que invoca su título, ofrece un bloque. La película se construye sobre una serie de vívidas contradicciones, incluidas las que encarna su protagonista, László Tóth (un inquietante Adrien Brody). Arquitecto judío-húngaro y superviviente del Holocausto, László llega a la isla Ellis como refugiado y al poco tiempo viaja a Filadelfia, donde encuentra