El cine persiste entre las ruinas

En septiembre de 2024, decenas de personas murieron cuando una serie de dispositivos beepers y walkie-talkies estallaron casi al mismo tiempo en el sur del Líbano. Las víctimas eran civiles. Las autoridades libanesas concluyeron que los aparatos fueron activados a distancia mediante “mensajes electrónicos”. Estos dispositivos habían sido entregados tanto a integrantes del grupo terrorista Hezbolá como a la población civil. Según investigaciones de medios como The New York Times y la BBC, su origen estaría ligado a una red de empresas fachada con vínculos con la inteligencia israelí. Mientras esto sucedía, en México estaba a punto de celebrarse la primera edición del Festival de Cine Libanés en Ciudad de México (Fecil). En paralelo, más de 1.3 millones de personas huían del sur del Líbano. Ginger Jabbour, periodista libanesa relata cómo el contexto de violencia puso en duda la continuidad del festival que dirige. “Dijimos ‘tenemos que hacer el festival. No por nostalgia, sino porque lo necesitamos para seguir