Cuando los piñas de agave cocidas se muelen y su jugo se mezcla con la fibra triturada, la masa resultante se deposita dentro de las tinas. Allí, en un proceso que dura entre tres y siete días, el mosto fermenta gracias a la acción de levaduras silvestres presentes en el ambiente. Estas estructuras de madera, hechas con precisión y respeto, guardan siglos de conocimiento y forman parte esencial de la identidad mezcalera. Sin tinas no hay mezcal, pues son el espacio donde el azúcar del agave se transforma en alcohol y aroma, en un diálogo invisible entre la naturaleza, el clima y la madera. Cada tina es una pieza única. No solo influye en la eficiencia del proceso, sino también en el perfil de sabor del mezcal, aportando matices que van desde notas ahumadas y terrosas, hasta toques dulces o herbales. Las tinas se construyen tradicionalmente con madera de sabino (ahuehuete), encino, pino o ayacahuite, especies resistentes al agua y a la acidez del mosto. En algunas regiones de Oaxaca, también se utilizan madera
El corazón artesanal de una tradición
Cuando los piñas de agave cocidas se muelen y su jugo se mezcla con la fibra triturada, la masa resultante se deposita dentro de las tinas. Allí, en un proceso que dura entre tres y siete días, el mosto fermenta gracias a la acción de levaduras silvestres presentes en el ambiente. Estas estructuras de madera, hechas con precisión y respeto, guardan siglos de conocimiento y forman parte esencial de la identidad mezcalera. Sin tinas no hay mezcal, pues son el espacio donde el azúcar del agave se transforma en alcohol y aroma, en un diálogo invisible entre la naturaleza, el clima y la madera. Cada tina es una pieza única. No solo influye en la eficiencia del proceso, sino también en el perfil de sabor del mezcal, aportando matices que van desde notas ahumadas y terrosas, hasta toques dulces o herbales. Las tinas se construyen tradicionalmente con madera de sabino (ahuehuete), encino, pino o ayacahuite, especies resistentes al agua y a la acidez del mosto. En algunas regiones de Oaxaca, también se utilizan madera