El filme con el que se ganó el respeto

Durante los primeros días de rodaje de No se aceptan devoluciones, Eugenio Derbez sintió hostilidad por parte del staff. No era algo ajeno, porque por más de una década, en su intento de ingresar al cine, había escuchado comentarios desaprobatorios y burlones en alusión a que quien interpretaba a “Ludovico Peluche” y “El Lonje Moco”, no podía estar en una película. Pero aquí las cosas se intensificaron, porque además de ser el coprotagonista, era su debut como director. Por si fuera poco, días antes había cambiado a su estelar por una pequeña de siete años llamada Loreto Peralta. “En esa primera semana fui cuestionado, sentí esa agresión no verbal, una descalificación en todos los actos y momentos, sentí que tenía que lidiar contra la corriente porque no había respeto, cariño, no creían en el director. Hubo que cortar muchas cabezas porque era un ambiente hostil”, recuerda Eugenio, quien siempre estuvo apoyado por la productora Mónica Lozano. ¿Cuál fue el resultado de esas decisiones? Una película que cumple