El “Guardaescobas” que dejó La Estampida

En el ombligo del Jardín López Portillo, rodeada por una pequeña cerca negra, se alza una estructura que carece de forma, pero que los vecinos han bautizado como el “Guardaescobas” o “Mingitorio”, por ser los restos de lo que una vez fue la escultura de La Estampida, de Jorge de la Peña. El artista jalisciense creó en 1982 su popular pieza de bronce en la que 14 caballos corrían desbocados y enseguida la gente que habitaba el barrio de San Juan de Dios, a un costado del Centro Cultural Cabañas, la adoptó y se volvió una pieza querida, pero se sumó a los despojos que han sufrido. Renata Rocha Camarena, del Taller Luna Morena, recordó en entrevista en el marco del proyecto artístico Espacios Revelados/Changing Places Guadalajara, que la comunidad ha sufrido varias pérdidas a lo largo de sus años, tales como la llamada “fuente de los niños miones” (obra de Miguel Miramontes que está en el Callejón del Diablo) y la plaza de toros El Progreso. La escultura de los caballos fue retirada del Jardín López Portillo