Hoy te presentamos a Jorge Ricardo León Suárez, un chiapaneco amante de la gastronomía, quien a sus 37 años de edad y con 15 años de trayectoria ha logrado posicionarse como el chef más reconocido de Tuxtla por transmitir gratas sensaciones en cada uno de sus platillos. Antes de dedicarse de lleno a sus empresas, trabajó en diferentes restaurantes, distinguidos salones de eventos y como profesor. Auténtico, amigable, sincero, sentimental, inquieto y apasionado son algunas de las características de nuestro entrevistado del día de hoy, quien nos dio la oportunidad de conocerlo de cerca y saber de su trayectoria y sus proyectos. Actualemente deleita paladares en Otilia, restaurante con concepto mexicano y con su servicio de banquetes Ambigú. ¿Cómo fue de niño? De niño, la verdad, fui bastante travieso e inquieto. Me gustaba hacer reír a la gente, me gustaba mucho comer, jugar, estar todo el día en la calle, y aunque suene raro, pelear con mi hermano. De pequeño, ¿qué quería ser? De pequeño tenía muchas ganas
El mejor chef de Tuxtla
Hoy te presentamos a Jorge Ricardo León Suárez, un chiapaneco amante de la gastronomía, quien a sus 37 años de edad y con 15 años de trayectoria ha logrado posicionarse como el chef más reconocido de Tuxtla por transmitir gratas sensaciones en cada uno de sus platillos. Antes de dedicarse de lleno a sus empresas, trabajó en diferentes restaurantes, distinguidos salones de eventos y como profesor. Auténtico, amigable, sincero, sentimental, inquieto y apasionado son algunas de las características de nuestro entrevistado del día de hoy, quien nos dio la oportunidad de conocerlo de cerca y saber de su trayectoria y sus proyectos. Actualemente deleita paladares en Otilia, restaurante con concepto mexicano y con su servicio de banquetes Ambigú. ¿Cómo fue de niño? De niño, la verdad, fui bastante travieso e inquieto. Me gustaba hacer reír a la gente, me gustaba mucho comer, jugar, estar todo el día en la calle, y aunque suene raro, pelear con mi hermano. De pequeño, ¿qué quería ser? De pequeño tenía muchas ganas