El rey león traza un nuevo legado

Hacer rugir a Simba nuevamente fue como tomar un fino pincel y delinear cada uno de sus diminutos pelos a mano. Este cuadro, que llega 20 años después del original, estuvo lleno de obstáculos: requirió mucha planeación, cientos de fotografías, videos y artistas —actores, guionistas y expertos en efectos especiales (CGI)— para recrear una obra más realista, casi como un documental, que no dejara de lado la parte cálida de su predecesora. Lo importante para el responsable de unir toda estas piezas, el director Jon Favreau, fue respetar ese mensaje que ha estremecido a generaciones: “Me gusta la historia de Simba, su lucha por asegurar un mundo mejor”, explicó el realizador en conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México. “Lo que me encanta de este mensaje, especialmente si lo proyectamos a los ‘millennials’, es que cada generación tiene que decidir cómo encontrarse con el mundo en el que vive. A veces tienes que luchar y otras decir ‘hakuna matata’; no preocuparte demasiado”, señaló. El director