El traje nuevo del emperador, también conocido como El rey desnudo, es un cuento escrito por Hans Christian Andersen y publicado en 1837 como parte de Eventyr, Fortalte for Born (Cuentos de hadas contados para niños). El cuento El traje nuevo del emperador es el número 168 de la colección de Andersen. ¿De qué trata? Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo, excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Guido y Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna; los pícaros simulaban que trabajaban en la ropa, pero se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin. Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Ninguno de los dos admitió que era incapaz de
El traje nuevo del emperador
El traje nuevo del emperador, también conocido como El rey desnudo, es un cuento escrito por Hans Christian Andersen y publicado en 1837 como parte de Eventyr, Fortalte for Born (Cuentos de hadas contados para niños). El cuento El traje nuevo del emperador es el número 168 de la colección de Andersen. ¿De qué trata? Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo, excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Guido y Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna; los pícaros simulaban que trabajaban en la ropa, pero se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin. Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Ninguno de los dos admitió que era incapaz de