Enrique Iglesias

Debido a la fama de sus progenitores, tanto Enrique como sus hermanos se acostumbraron muy pronto a los flashes de los fotógrafos las cámaras de televisión y a los micrófonos. Sin embargo, llegó a la adolescencia y completó sus estudios sin dar pistas sobre su futura dedicación. Prepara su primer disco Descubrió su gusto por la música a los dieciséis años, pero nadie, ni siquiera su familia, se enteró de las intenciones del joven. Por lo tanto, el anuncio de que se dedicaría a cantar fue una gran sorpresa para propios y extraños. Esto ocurrió cuando el madrileño tenía veinte años, en 1995. No quería sacar provecho de su apellido Enrique llegó incluso a plantearse un cambio de nombre artístico que eludiera el uso del apellido de su padre. De cualquier forma, parece claro que su nombre real le ayudó en un primer momento, aunque más tarde su trabajo mereció triunfar por méritos propios en la segunda mitad de los años 90. Prueba de ello es la experiencia de su hermano Julio José, quien también probó suerte en el