Todo empieza con la imagen de una adolescente desmayada en la playa, desorientada, vestida apenas con ropa interior y sin memoria. Un punto de partida que promete misterio, tensión, tal vez una metáfora sobre la fragilidad juvenil. Pero no. Así arranca Éramos mentirosos (We were liar, 2025), la nueva serie que adapta la novela de E. Lockhart, ese fenómeno editorial que muchos leyeron con fervor adolescente y que aquí se convierte en un desfile de dramas coreografiados con precisión... e insustancialidad. La protagonista tiene 17 años y vive rodeada de lujos, playas privadas y parientes que hablan poco y sonríen mucho. Cada verano se repite el mismo ritual: reencuentros familiares, silencios estratégicos y vínculos que simulan armonía mientras esperan el próximo brindis. Todo muy aspiracional, muy de catálogo, muy “así no es la realidad pero déjame soñar”. Entre atardeceres y casonas con nombre propio, la protagonista se reúne con tres adolescentes más. Se autodenominan Los Mentirosos, aunque bien podrían llam
Éramos mentirosos
Todo empieza con la imagen de una adolescente desmayada en la playa, desorientada, vestida apenas con ropa interior y sin memoria. Un punto de partida que promete misterio, tensión, tal vez una metáfora sobre la fragilidad juvenil. Pero no. Así arranca Éramos mentirosos (We were liar, 2025), la nueva serie que adapta la novela de E. Lockhart, ese fenómeno editorial que muchos leyeron con fervor adolescente y que aquí se convierte en un desfile de dramas coreografiados con precisión... e insustancialidad. La protagonista tiene 17 años y vive rodeada de lujos, playas privadas y parientes que hablan poco y sonríen mucho. Cada verano se repite el mismo ritual: reencuentros familiares, silencios estratégicos y vínculos que simulan armonía mientras esperan el próximo brindis. Todo muy aspiracional, muy de catálogo, muy “así no es la realidad pero déjame soñar”. Entre atardeceres y casonas con nombre propio, la protagonista se reúne con tres adolescentes más. Se autodenominan Los Mentirosos, aunque bien podrían llam