Ètoile: danza de estrellas

Ambientada en la actualidad pero con similar tono al de aquella otra comedia —diálogos veloces, movimientos constantes, cierta aparatosidad física—, a la nueva serie le cuesta llegar a los niveles de La maravillosa Sra. Maisel. Los problemas son varios y muy diversos pero hay uno que se destaca especialmente: los personajes. Ètoile funciona con un grupo bastante irritante por no decir insoportable– de protagonistas, muchos de los cuales se esfuerzan por mantener ese tono pícaro y acelerado de comedia de diálogos constantes y plagados de doble sentido y referencias culturales. Sin mucho atractivo personal —y en algunos casos con severas dificultades al tener que decir esos diálogos en un idioma que no le es propio—, a los protagonistas de la serie se los siente todo el tiempo impostando y exagerando un tono supuestamente chispeante y gracioso que se vuelve rápidamente insostenible. Cuenta la historia de un intercambio cultural. O algo así. Jack McMillan (Luke Kirby) es el director ejecutivo del Metropolitan Ba