Primero ayudante de Diego Rivera y de José Clemente Orozco, luego miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana, el pintor Arturo García Bustos (1926) aseguró que es el dolor humano plasmado en su obra lo que ha hecho que Frida Kahlo (1907-1954) mantenga seguidores en todo el mundo. En entrevista, quien fuera uno de los discípulos de la retratista mexicana, sostuvo además que aspectos como la vida tormentosa que llevó a sus óleos y su desenfrenado amor por Diego Rivera es lo que promueve que el legado de la artista siga vigente. En su estudio situado en la llamada Casa Colorada o Casa de la Malinche, campamento militar de Hernán Cortés en tiempos de la Conquista, el también grabador, muralista mexicano y miembro de número de la Academia de Artes, habló sobre su encuentro con Frida, sus enseñanzas, su obra y su legado. "Frida era una pintora maravillosa, cuya vida fue muy dramática tras el accidente que tuvo y que provocó que tuviera el valor para pintar el dolor humano que es tan tremendo, el no poder en
Frida Kahlo, presente por plasmar el dolor en su obra
Primero ayudante de Diego Rivera y de José Clemente Orozco, luego miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana, el pintor Arturo García Bustos (1926) aseguró que es el dolor humano plasmado en su obra lo que ha hecho que Frida Kahlo (1907-1954) mantenga seguidores en todo el mundo. En entrevista, quien fuera uno de los discípulos de la retratista mexicana, sostuvo además que aspectos como la vida tormentosa que llevó a sus óleos y su desenfrenado amor por Diego Rivera es lo que promueve que el legado de la artista siga vigente. En su estudio situado en la llamada Casa Colorada o Casa de la Malinche, campamento militar de Hernán Cortés en tiempos de la Conquista, el también grabador, muralista mexicano y miembro de número de la Academia de Artes, habló sobre su encuentro con Frida, sus enseñanzas, su obra y su legado. "Frida era una pintora maravillosa, cuya vida fue muy dramática tras el accidente que tuvo y que provocó que tuviera el valor para pintar el dolor humano que es tan tremendo, el no poder en