Fueron tachados de satánicos

Basta con ver el título y portada del disco, incluso antes de escuchar sus canciones, para entender el por qué: en esta aparece Eddie (mascota de la banda, quien se asemeja a un demonio o zombi) con el brazo estirado como si tuviera el control de Satanás, quien se convierte en una marioneta. El arte creado por Derek Riggs, además, se mostraba más desafiante en el diseño que realizó para el sencillo que dio título al álbum, donde Eddie sostiene la cabeza de Satanás y sonríe. La respuesta de grupos religiosos en Estados Unidos fue quemar copias del disco, pero, a la par de la controversia y el veto en algunos medios, este material se convertiría en uno de los más exitosos de la banda, así como su entrada de lleno al mercado internacional y en un clásico dentro del género del heavy metal. Este disco que el 22 de marzo cumplió 39 años tuvo por primera vez al vocalista Bruce Dickinson (después de la salida de Paul Di´Anno), quien ha participado en 12 de los 16 álbumes de estudio de la banda; y fue el último en e