Guillermo del Toro, un líder desde su juventud

El mundo fantástico de las películas del mexicano Guillermo del Toro, nominado a 13 premios Óscar por su cinta La forma del agua se fraguó entre cómics, insectos, quiromancia y la amistad con maestros que se convirtieron en sus guías durante sus primeros años de vida. Con 12 años, el joven Guillermo del Toro era ya un aficionado a las historietas, a esculpir muñecos en plastilina y al cine de terror, dice Daniel Varela, quien fue su maestro del primer grado de secundaria en el Instituto de Ciencias, una escuela jesuita de la ciudad de Guadalajara (oeste de México). Hijo de un empresario y una aficionada al tarot y la quiromancia, a corta edad Guillermo del Toro poseía una “considerable” colección de cómics incluso de anime japonés, un género poco conocido por aquella época. En especial admiraba al ilustrador del género de terror Richard Corben y gustaba de películas como Carrie, de Brian de Palma, y La niebla de John Carpenter, además de la literatura de Stephen King, afirma Varela. El profesor fue uno de los