Hijo de Stephen King abre su casa mágica

No todas las puertas conducen a la felicidad. En Locke & Key, basado en el cómic de Joe Hill e ilustrado por Gabriel Rodríguez, su historia de dimensiones y compuertas se estrena en Netflix, trayendo consigo la nostalgia de sagas como Las crónicas de Narnia y Spiderwick, pero entre las paredes de una casa mágica cuyos habitantes experimentan temas para adultos, como el perdón, la venganza, la muerte, la traición y la urgencia de proteger a la familia. Después de filmar en los pasillos de Hollywood, pasando por las oficinas de Steven Spielberg, en 2013 el productor Carlton Cuse (Lost), adquirió los derechos de Locke & Key, cuyo autor Hill ya tenía un nombre por herencia en el terreno de lo espeluznante y mágico, al ser hijo del novelista Stephen King (Eso, El resplandor, Carrie). La historia sigue los pasos de la familia Locke, cuyo padre es asesinado al inicio sin mayor explicación. Su ahora viuda Nina (Darby Stanchfield) se muda con sus tres hijos a una mansión ancestral en Massachussetts, en donde intentan