Historia sin drama sobre migración

Alberto, joven migrante, se sumerge en un plato de menudo para recuperar el rosario que su madre le dio antes de cruzar la frontera. En este viaje recorrerá su infancia, enfrentará sus miedos y buscará volver a hablar con ella. Esa es la premisa de Balada de un migrante con memoria, el décimo cortometraje de Sergio Muñoz Esquer, cineasta originario de Delicias, Chihuahua, que tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Nueva Orleáns, certamen calificador para el Óscar. La historia del protagonista podría contarse como una tragedia: la separación de la familia, nostalgia y desarraigo. Sin embargo, Sergio tenía claro desde el inicio que no quería sumergir a su personaje en un abismo sin salida, sino darle la oportunidad de vivir su viaje desde la emoción y el asombro. Lejos de los clichés “No quería hacer una película triste. Quise convertir una historia poco afortunada en algo divertido y emocionante, así que incorporé elementos de fantasía, realismo mágico e incluso terror para dar forma al viaje de