Para Jennifer López personificar a alguien que hizo historia no es novedad. La actriz y cantante saltó a la fama interpretando a la cantante Selena Quintanilla, en la película de 1997. Pero este reto nunca es sencillo, a diferencia de la ficción, dar vida a una persona de carne y hueso implica un trabajo emocional y físico considerable; captar no solo los gestos y maneras, sino transmitir la esencia de la persona, sus emociones y el contexto en el que se desarrolló su historia. Ahora, en Unstoppable (Imparable), encarna en pantalla a la madre del deportista Anthony Robles, quien nació con una sola pierna y venció su condición para convertirse en campeón de lucha grecorromana en 2011. Lopez afrontó el desafío de dar vida a Judy, la mujer cuya fortaleza y amor incondicional hacia su hijo la llevaron a enfrentar adversidades. “A Selena la hice cuando tenía 26 años. Hace mucho tiempo. Fue una gran experiencia y siento que, aunque no he hecho muchos personajes basados en la vida real, sí se me da abordarlos en pan
JLo transforma el amor en inspiración
Para Jennifer López personificar a alguien que hizo historia no es novedad. La actriz y cantante saltó a la fama interpretando a la cantante Selena Quintanilla, en la película de 1997. Pero este reto nunca es sencillo, a diferencia de la ficción, dar vida a una persona de carne y hueso implica un trabajo emocional y físico considerable; captar no solo los gestos y maneras, sino transmitir la esencia de la persona, sus emociones y el contexto en el que se desarrolló su historia. Ahora, en Unstoppable (Imparable), encarna en pantalla a la madre del deportista Anthony Robles, quien nació con una sola pierna y venció su condición para convertirse en campeón de lucha grecorromana en 2011. Lopez afrontó el desafío de dar vida a Judy, la mujer cuya fortaleza y amor incondicional hacia su hijo la llevaron a enfrentar adversidades. “A Selena la hice cuando tenía 26 años. Hace mucho tiempo. Fue una gran experiencia y siento que, aunque no he hecho muchos personajes basados en la vida real, sí se me da abordarlos en pan