Un evento devastador motiva el libro Fauce, de la escritora mexicana Tania Tagle (1986): un hombre menor de 40 años decide acabar con su vida sin previo aviso ni nota de despedida; además, deja atrás a un hijo de siete años, a quien su madre debe explicarle lo sucedido. Publicado por Lumen, este título híbrido, mezcla de elegía, carta de amor, diario de duelo y bitácora de crianza, que ofrece “una perspectiva multifacética sobre la pérdida y la recuperación”, es una historia personal que la cuentista y ensayista vivió hace tres años. “Casi es un libro por encargo. Mi propio hijo me pidió que lo escribiera un día que estábamos viendo fotos viejas. No se acordaba de las cosas, de los lugares, y me sugirió que le narrara la historia para que no la olvidara”, comenta en entrevista. Cuando una pareja está criando y una de las dos personas muere, la otra se queda con la responsabilidad de guardar la memoria de la infancia y las primeras veces del hijo que tienen en común. “La idea era contarle a mi hijo su historia
La bitácora del duelo compartido
Un evento devastador motiva el libro Fauce, de la escritora mexicana Tania Tagle (1986): un hombre menor de 40 años decide acabar con su vida sin previo aviso ni nota de despedida; además, deja atrás a un hijo de siete años, a quien su madre debe explicarle lo sucedido. Publicado por Lumen, este título híbrido, mezcla de elegía, carta de amor, diario de duelo y bitácora de crianza, que ofrece “una perspectiva multifacética sobre la pérdida y la recuperación”, es una historia personal que la cuentista y ensayista vivió hace tres años. “Casi es un libro por encargo. Mi propio hijo me pidió que lo escribiera un día que estábamos viendo fotos viejas. No se acordaba de las cosas, de los lugares, y me sugirió que le narrara la historia para que no la olvidara”, comenta en entrevista. Cuando una pareja está criando y una de las dos personas muere, la otra se queda con la responsabilidad de guardar la memoria de la infancia y las primeras veces del hijo que tienen en común. “La idea era contarle a mi hijo su historia