La comedia golpeada por la corrección

En los 90, la dupla de Pilar Boliver y Darío T. Pie “interpretaban” a los émulos de Verónica Castro y María Félix, en una parodia donde no dejaban títere con cabeza, así que en algún momento preguntaban al público a quién debían crucificar, si a Jesús de Nazareth o a Emilio Azcárraga, dueño de la empresa Televisa. La audiencia del entonces cabaret El hábito, en Coyoacán, cargaba de inmediato contra el magnate de los medios de comunicación. Y entonces, cuenta Pilar, salía un Cristo maquillado y con mechón blanco, característica física del empresario. “Una vez no sabíamos que entre el público estaban familiares de Azcárraga y se salieron fúricos, tiraron mesas, sillas, lo hicieron patente. Era muy fuerte en esa época la comedia, éramos más duros y a la cabeza. Ahora hay mucha más vuelta de tuerca para poder decir lo que queremos”, recuerda Boliver. ¿La razón de ya no poder hacerlo actualmente? La corrección política, responde rápidamente la actriz, directora, conductora y activista en pro de la diversidad sexua