La droga más fuerte es la palabra: Villoro

Durante dos horas, el público de Hotel Nirvana verá la transformación de 11 personajes paradigmáticos —un hippie, una chica cuya familia le paga todo y un antropólogo escéptico, por ejemplo—; escenas que Juan Villoro escribió con la intención de que los espectadores tengan, a su vez, una transfiguración propia. “Que cuando caiga el telón y haya un ‘check out’, ellos sean personas levemente distintas”, dice en entrevista el autor de El testigo. Inspirado por las estancias que pasó en México el psicólogo Timothy Leary —una de las figuras centrales de la contracultura del siglo XX—, Villoro escribió la pieza teatral Hotel Nirvana, que dirige Antonio Castro y cuyo reparto integra el elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro. Bajo la guía de Tom, especie de gurú, los personajes experimentan con una droga ficticia, a la que Villoro bautizó como logos. “En su evangelio, San Juan dice que al principio era el verbo, y el verbo se traduce de la palabra logos. Es decir, logos es el creador de todo lo que somos,